
El proyecto original pretendía la construcción de
una plaza cerrada, con dos brazos laterales y un tercero
que la aislaba, creando un espacio diferenciado y
recoleto. Tras este tercer brazo de la plaza se
encontraba originalmente una manzana de casas, el Borgo
Leonino, adaptándola así al contexto urbanístico. Este
tercer brazo no se llego a construir, quedando la plaza
con un aspecto muy similar al actual.
El diseño de la plaza simboliza al pontífice
coronado con la tiara (cúpula de San Pedro) y con los
brazos abiertos, acogiendo a toda la cristiandad. Otro de
los proyectos presentados por Bernini simbolizaba a
Cristo crucificado. Además el pontífice exigió que la
plaza permitiera que todos los situados en ella vieran cómodamente
la Lonja de la Bendiciones y las estancias vaticanas,
desde donde se realizan las bendiciones papales.
La plaza de San Pedro se compone en realidad de
dos plazas tangentes, una de forma trapezoidal y otra elíptica.
La plaza trapezoidal se cierra hacia nuestro frente
reduciendo ópticamente la fachada de Maderno y logrando
que los espectadores situados en la plaza elíptica
perciban la concepción original de la cúpula de Miguel
Ángel.
Las columnas se encuentran organizadas radialmente en
torno al punto de generación de la elipse, creando un
espacio desbaratado ópticamente. El estilo cultivado por
Bernini es bastante clásico, casi arqueológico, con un
sentido muy sobrio en el uso del orden toscano, aunque
dinámica y escenografía es barroco. El uso de columnas
con balaustradas y estatuas nos recuerda a Palladio en el
Teatro Olímpico. Un eje tetrástilo de columnas
pareadas rompe la monotonía de los tramos medios
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario